Gran Canaria

Casco Histórico de la Villa de Moya



 

Nuestra visita por el casco histórico de la Villa de Moya durará aproximadamente una hora. Al llegar al centro del pueblo, le recomiendo que visite en primer lugar la Oficina de Información Turística, situada frente a la fuente de piedra. En ella encontrará todos los datos de interés que ofrece este municipio y una muestra de su artesanía…

Permítame comentarle que este municipio, de gran tradición agrícola, concentra la mayor oferta de casas rurales de la Isla y ofrece además 24 queserías artesanales de alto valor gastronómico.
Al salir de la oficina de información turística le invito disfrutar de un agradable paseo por la calle principal del casco, que lleva el nombre del escritor español Miguel Hernández, en la que abundan viviendas tradicionales con balcones de madera y también interesantes fachadas de estética modernista construidas a  comienzos del siglo XX.
A pocos metros descubrirá la Casa Museo Tomás Morales, cuya visita es muy recomendable. Si le parece bien, le espero en la entrada del museo, junto al busto de bronce dedicado a Tomás Morales.  
 
Casa- Museo Tomás Morales

En esta vivienda señorial nació en 1884 el poeta Tomás Morales, considerado como uno de los máximos exponentes del Modernismo español.  
De la fachada, fíjese en el precioso balcón canario en madera de pino de tea con una cubierta de teja. En su interior podrá admirar esta bella construcción que constituye un magnífico ejemplo de la arquitectura tradicional canaria, con hermosos patios interiores y corredores de madera en la parte alta.
Estas instalaciones públicas albergan en un perfecto estado de conservación el fondo documental de toda la obra de Morales y muchos de sus objetos personales, así como una valiosa colección de pinturas vinculadas a la figura del autor.   
Al salir encontrará a pocos metros, caminando hacia la izquierda, la iglesia de Nuestra Señora de la Candelaria. Pero antes de entrar, le recomiendo que se dirija primero a la parte trasera del templo parroquial. Allí descubrirá una gran balconada de piedra desde donde podrá contemplar unas magníficas vistas panorámicas del Norte de la Isla. Sin duda merece la pena hacer esta parada y tomar unas fotos para el recuerdo. Yo le espero en la puerta de la iglesia.

Iglesia de Nuestra Señora de Candelaria

La Iglesia de Nuestra Señora de Candelaria, situada sobre una de las vertientes del barranco de Moya, fue construida en 1957 sobre la primitiva ermita del pueblo que se levantó en este lugar en el siglo XVI.
El edificio tiene una planta en forma de cruz latina y posee un estilo ecléctico, mezcla de gestos arquitectónicos neogóticos y neorrománicos. Cuenta además con interesantes vidrieras con motivos religiosos que fueron instaladas en el templo parroquial gracias a donaciones de familias acomodadas del pueblo, entre ellas la del poeta Tomás Morales. 
En su fachada destacan dos torres con sus respectivos campanarios y en su parte central fíjese en el gran rosetón. La valiosa piedra de cantería de Arucas es el material que abunda en esta construcción contemporánea.
La iglesia conserva en su interior diversas piezas artísticas de valor histórico entre las que sobresale la figura de San Judas Tadeo, obra realizada a comienzos del XIX por el insigne escultor canario Luján Pérez.
Al salir de la iglesia finaliza nuestra ruta por el casco histórico. Le propongo ahora una visita a un bosque muy especial: la Reserva Natural Especial de Los Tilos de Moya, situada muy cerca del casco histórico. Para llegar, deberá salir del pueblo por la carretera la GC-700 en dirección Guía-Gáldar y, tras recorrer sólo 2,5 kilómetros, encontrará una desviación a la izquierda. Este acceso está bien señalizado. Allí le estaré esperando. Esta visita sin duda merece la pena para disfrutar de un agradable paseo por la naturaleza.

Reserva Natural Especial de Los Tilos de Moya

Al entrar en el espacio natural, a través de un camino vecinal, pronto encontrará un Centro de Interpretación de la Naturaleza. Su horario de apertura es de lunes a viernes, de 8.00 a 13.00 horas. Allí podremos dejar el coche y recorrer tranquilamente un sendero circular de unos 1.800 metros, muy recomendable para admirar la rica biodiversidad que se conserva.
La Reserva Natural Especial de Los Tilos de Moya es uno de los últimos reductos de laurisilva que quedan en la isla de Gran Canaria; todo un verdadero tesoro para los amantes de la naturaleza por la enorme cantidad de especies vegetales y animales de alto interés científico que conviven en esta zona. En este espacio natural protegido predominan distintas especies vegetales típicas de la familia de las lauráceras (el til, el laurel, el acebiño, el barbusano, entre otras) y más de 50 variedades de plantas. Algunos ejemplares de tiles alcanzan alturas superiores a los 20 metros.
La importancia de la laurisilva radica en que se trata de un ecosistema considerado por los científicos como toda una reliquia de la botánica, de la Era Terciaria, que ha logrado mantenerse vivo en Canarias gracias a su especial climatología y las condiciones geográficas de las Islas. En este hábitat existe además una gran cantidad de aves endémicas, algunas de ellas en peligro de extinción.
Si le parece bien, le propongo ahora una visita a otros dos lugares singulares de Gran Canaria que descubrirá aquí, en Moya, por su espectacular paisaje y también desde el punto de vista geológico, puesto que constituyen dos interesantes estructuras origen volcánico. Se trata de los espacios protegidos denominados La Caldera de Los Pinos y El Montañón Negro, los dos últimos volcanes que estuvieron activos de Gran Canaria hace unos 3.000 años.   

La Caldera de Los Pinos y El Montañón Negro

La Caldera de Los Pinos está localizada en la parte alta del municipio, a unos 1.350 metros sobre el nivel del mar, por lo que para visitarla desde Los Tilos hay que regresar en dirección al casco de Moya y recorrer un trayecto aproximado de 1 kilómetro y medio hasta alcanzar la señal que indica el pueblo de Fontanales.
Subiendo hacia Fontanales por la GC-70 pronto encontraremos La Caldera Los Pinos. Al llegar le fascinará este cráter de forma circular y paredes escarpadas, con un diámetro de 300 metros, de alto valor geomorfológico por ser resto de una explosión volcánica. En este punto podrá admirar una especial combinación de colores oscuros propios del terreno volcánico y el verde del pino canario, una especie vegetal única en el mundo que goza de la particularidad de que es capaz de rebrotar tras un incendio, una virtud genética que procede del origen volcánico de las Islas.
El Montañón Negro está apenas a unos tres kilómetros subiendo por la misma carretera. Se trata de un Monumento Natural que se presenta, en buen estado de conservación, como una de las mejores manifestaciones del vulcanismo reciente en Gran Canaria. El monumento, situado a unos 1.500 metros sobre el nivel del mar, es un edificio cónico donde localizamos la parte más joven de la Isla y donde podrá admirar las coladas volcánicas y pinares donde anidan aves endémicas, algunas en peligro de extinción.
Aquí finaliza nuestra ruta por el municipio de Moya. Espero que haya sido agradable e interesante, y le invito a que conozca el resto de la Isla con nosotros. Gracias y hasta pronto.

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