Gran Canaria
Gran Canaria
Gastronomía

Productos de Gran Canaria

Productos de Gran Canaria

Cuatro salinas sobreviven a un pasado de floreciente economía dedicada a la salazón de pescado, convertidas en referencia de un producto gourmet muy apreciado en la gastronomía local. Que se trate de salinas tradicionales intensivas explica su gran calidad, pues a menor tamaño del recipiente donde cristaliza, mayor calidad de la sal: menos densa, más agradable en boca y con más oligoelementos.

Gran Canaria puede presumir de cultivar con éxito los principales frutos tropicales del mundo, desde el clásico plátano a los también apreciados en una mesa saludable aguacate, papaya, mango y piña. Y no son los únicos, la gama es mucho más amplia y su presencia es una feliz realidad en los restaurantes de la isla sea cual sea el tipo de cocina que practiquen.

Sustento principal de los primeros habitantes del archipiélago, entonces elaborado con cebada y trigo que cultivaban, este superalimento ha seguido muy presente en la dieta de los canarios. En Gran Canaria se hace con millo (maíz) desde el siglo XVI. Ideal para desayunos por su aporte de fibra y no contener azúcar, es ingrediente de comidas y postres también en las creaciones de los mejores chefs.

Unas 150 especies nativas de peces y mariscos objeto de las pesquerías artesanales y cuatro de las ocho especies de atunes del mundo (la tuna, el rabil, el bonito del norte y el atún rojo), en unas aguas ricas que se benefician de corrientes frías atlánticas, suponen todo un lujo en la mesa del isleño del que también dan buena los profesionales de la restauración.

Una tradición pastoril milenaria, y siglos de usos y costumbres en un territorio con muchas variables climáticas, permiten a la isla ofrecer una diversidad de excelentes quesos que son, además, todo un récord en un espacio tan limitado. Desde el más singular y nombrado queso de flor de Guía, a los de media flor, de oveja trashumante y de distintas mezclas o en solitario de cabra, oveja y vaca.

Los vinos de Gran Canaria, de viñedos que se extienden por toda su geografía y se cultivan desde los 200 a los 1.300 metros de altitud, ofrecen una amplia gama de elaboraciones a partir de variedades exclusivas del archipiélago. Reconocidos y premiados en el mundo tanto por su calidad como por su originalidad, no faltan en la mesa de los mejores restaurantes de la isla.

Recuperado en el siglo XXI entre las sombras de otros frutales subtropicales a cuya sombra crece, llegó al valle de Agaete a principios del siglo XIX, donde su particular microclima y unos suelos de origen volcánico resultaron ideales para su desarrollo. Envasado por primera vez en 2006, incluso los chefs de las Islas lo incluyen en sus creaciones homenajeando su calidad y singularidad.

En Gran Canaria los turrones son para el verano, los «turrones canarios», claro. Entre sus ingredientes destaca la almendra, fruto muy popular en la repostería de la isla gracias a la abundancia de este árbol y una tradición golosa de siglos. Los que sí son para las navidades del isleño y también se basan en la almendra son los mazapanes, el bienmesabe o los polvorones, especialmente en Tejeda