No hacer nada. Está dispuesta a "no hacer nada" estas vacaciones. Para algunos puede resultar un plan poco corriente, pero para ella es un planazo. Unos días perfectos para pensar tan tranquila en todo lo habido y por haber. Lleva preparando este complejo plan durante varias semanas. Durante meses.
Está lista para decir adiós a los problemas. Móvil, prisas, obligaciones, trabajo, van a quedarse a dos horas de vuelo de distancia. Pero nada de eso viaja a Gran Canaria. Porque ha decidido que necesita tiempo sólo para ella. Para perderse en cualquier pueblo de la isla. Tiempo para gastar en la playa. Con revista, bronceador, pamela, gafas de sol y bikini (todo a la última moda, por supuesto).
Ya está preparada para seguir a rajatabla su plan. Sólo de pensarlo sonríe. Y además de feliz y contenta, piensa volver muy morena. Porque el plan incluye disfrutar, cómo no, de la playa. Y en la isla hay playas de sobra, más de 120, de todo tipo. Y un número enorme de lugares para descubrir, de norte a sur y de este a oeste.
La estrategia de estas vacaciones incluye también una larga "visita recuperadora" a un Spa. Y una buena cura de sueño. Y una larga serie de paseos junto al mar. Y un sinfín más de actividades que convierten al final su plan de "no hacer nada", en un completo programa de "pasárselo pipa en Gran Canaria".