Próxima a la Presa de Chira, en una pequeña finca de árboles frutales
Este remanso de paz y tranquilidad se convierte en un buen antídoto contra el estrés impuesto en la gran ciudad. La zona es un bello paraje de pinares y almendros, que compiten en belleza con las impresionantes montañas. Esta casa de piedra del lugar, crea una atmósfera íntima y serena, que hará que el huésped se encuentre tan a gusto como en casa.