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Fiestas e Información

Fiestas y celebraciones

La principal fiesta que se celebra en Teror es la Fiesta en Honor de Nuestra Señora del Pino, patrona de la Diócesis Canariensis Rubiscence. Se celebra el día 8 de septiembre y su historia se remonta al siglo XVII, cuando se trasladaba a la Virgen del Pino a la capital de la Isla, con el fin de rogar la aparición de lluvias. Desde el siglo XVIII comenzaron a popularizarse las peregrinaciones del 8 de septiembre, que actualmente siguen siendo uno de los principales atractivos de esta fiesta. La concurrencia de fieles y romeros en la Carretera de Teror a lo largo de toda la noche son ya una costumbre que arrastra a miles de visitantes y habitantes de la Isla.

La Plaza de Teror recibe a altas horas de la madrugada a todos los romeros, que continúan las fiestas y parrandas a lo largo del resto del día.

El último domingo del mes de julio se celebra la Fiesta del Agua, coincidiendo con la recogida de las cosechas. Esta fiesta se remonta al siglo XIX y con ella también se rogaba para que no se sufrieran hambre, epidemias o sequías en el municipio. Una ofrenda y procesión, así como la romería y las ferias de ganado, son algunos de los actos que se organizan en torno a esta fiesta.

La Fiesta de San José era, antiguamente, la Fiesta Mayor de Teror, después de la del Pino. Se celebra el primer domingo del mes de mayo, y en ella el pueblo se vuelca con sus tradiciones y artesanías, y con la celebración de ferias de ganado y artesanía.

Historia

Teror es uno de los núcleos de población más antiguos de Gran Canaria, aunque el ocupamiento más importante se produjo por familias acaudaladas durante el siglo XVI, tras la conquista de Gran Canaria.

La historia de la Villa de Teror está unida a la aparición de la imagen de la Virgen del Pino. De hecho, desde el siglo XV a Teror se le considera Villa Mariana, al ser la sede de la Patrona de la Isla.

El desarrollo del municipio, además de ser el centro de peregrinación de la Isla, está totalmente ligado a la agricultura y ganadería, lo que provocó un gran crecimiento demográfico y social en los siglos XVI, XVII y XVIII. En este último siglo, la producción de nuevos cultivos como la papa y el millo, provocó una situación de prosperidad nunca vista. El esplendor económico de la época tuvo su reflejo en la arquitectura, puesto que a partir de este momento se construyeron gran parte de los edificios emblemáticos de Teror.

Es a partir de 1835 cuando Teror además adquiere un protagonismo político y social, tras implantarse el modelo municipal surgido en las Cortes de Cádiz de 1812.

A partir del siglo XVIII surge en Teror uno de los mayores conflictos sociales del municipio, debido principalmente, al reparto de aguas entre los vecinos de Teror y Valleseco, que en aquel entonces integraban el mismo municipio. A estos conflictos se añaden, en la misma época, las protestas de los  vecinos de Moya y Guía en torno a 1810, a raíz de las roturaciones de las tierras de Doramas. Por tanto, la propiedad de la tierra y el agua jugaron un papel importante en la historia de Teror, como una de las principales bases económicas de este municipio en el siglo XIX.

Geografía

El municipio de Teror se sitúa en las medianías del norte de Gran Canaria, con una superficie de 27 kilómetros cuadrados y a una altitud de 589 metros sobre el nivel del mar.

Teror es un municipio que se caracteriza por la irregularidad de su contorno. Así, linda con Arucas por la zona septentrional, y con los municipios de Las Palmas de Gran Canaria, Santa Brígida y San Mateo por la zona oriental. Por el sur, con Valleseco, y al noroeste con Firgas.

El gran atractivo de la villa de Teror no sólo se debe a la gran devoción que se profesa a la Virgen del Pino, patrona de la Isla. Teror es, además, uno de los municipios grancanarios con mayor valor histórico y natural.

Su situación geográfica (el núcleo de Teror está radicado en un valle rodeado de altas montañas rocosas) propicia que el clima del municipio sea extremo en algunas estaciones del año, como en verano, época en la que la villa llega a alcanzar los 40º C, o en invierno, que sus habitantes sufren bajas temperaturas de hasta 4º C.

Economía

En la actualidad, el municipio de Teror está en un claro crecimiento económico, debido, principalmente, a su cercanía a la capital de la Isla, Las Palmas de Gran Canaria.

En Teror es característico su dinamismo económico: por un lado se mantiene la actividad agrícola y ganadera que abastece al mercado local desde hace varios siglos, y por otro, el municipio posee también una interesante y próspera industria alimenticia que es de gran reconocimiento en toda la Isla y en el resto del Archipiélago.

Repostería, embutidos y el Agua de Teror son algunos de los ejemplos de esta emergente economía industrial en la Villa.

Por otro lado, el municipio de Teror ha vivido en los últimos años un incremento de visitantes y turistas que ha diversificado su economía al sector turístico de alojamientos rurales.