Gran Canaria protege el Roque Nublo
Las visitas al Monumento Natural de Gran Canaria se podrán realizar tras una reserva previa.
Cada lugar del mundo tiene una imagen que lo identifica, una fotografía o ese recuerdo que nos queda cuando estamos lejos y rememoramos el sitio donde un día fuimos felices. En Gran Canaria ese lugar podría ser el monumento natural del Roque Nublo, para quienes nos visitan y también para quienes viven en la isla. Siempre está delante de nuestros ojos cuando subimos a la Cumbre, o cuando miramos desde Tejeda o Artenara.

El Nublo es el risco totémico, la piedra que ha esculpido el tiempo pacientemente, como se crean las grandes obras de arte, porque no es solo el Roque Nublo lo que marca la atura de la belleza. Hay un entorno, como mismo hay un contexto en cada historia que se cuenta, unos caminos, árboles, pájaros, especies endémicas, horizontes y el necesario silencio para conectar con lo más sagrado del paisaje. Porque también es un entorno sagrado para quien busque conectar con su esencia y con la esencia de la naturaleza, un lugar mágico, bello, en donde los adjetivos no llegan nunca a contar lo que siente.




Todos queremos subir al Roque Nublo por lo menos una vez en la vida, o acercarnos a su cima cuando llegamos a Tejeda, tanto los habitantes de la isla como todos los turistas que nos visitan. Por esto, se quiere garantizar que esa visita tenga el cuidado, la seguridad y los pasos que merece y que, al mismo tiempo, pueda subir todo el mundo; pero de una manera organizada, teniendo en cuenta la sostenibilidad y el cuidado de un entorno tan delicado y tan bien trazado, un espacio que nos traslada a otro planeta desde que llegamos a las alturas, aunque, como en todo lo que merece la pena, también hay un camino previo que va anticipando ese encuentro memorable con una de las recreaciones volcánicas más hermosas e impresionantes de la Tierra.


Para proteger ese milagro y para que puedan disfrutarlo quienes lleguen a este lugar cuando ya no estemos nosotros, y también para evitar su deterioro y para controlar lo que haga cada visitante, se han regulado las visitas siguiendo los consejos de quienes conocen cómo proteger un entorno natural y cómo hacer que su convivencia con el turismo y los visitantes sea una simbiosis sostenible. Por eso, si ahora queremos visitar el Roque Nublo, hemos de tramitar una reserva de visita previa a través de www.grancanariasenderos.com. Lo podemos hacer con todas las facilidades de los nuevos soportes tecnológicos, de una manera cómoda y rápida, y ajustando esos permisos a las necesidades y a los horarios de nuestro recorrido. Es lo menos que podría hacer esta isla por su gran referente paisajístico, el que le da título al que es el gran himno musical de la isla que compuso Néstor Álamo.

Seguiremos subiendo al Roque Nublo, pero lo haremos como cuando vamos al teatro, a un museo o a los paisajes que se cuidan para no quedarnos nunca huérfanos de su presencia. Proteger el Nublo era un deber de quien tiene las competencias para hacerlo. Protegerlo y preservarlo para que pueda seguir visitándose y para salvar lo que sabemos que necesitamos si queremos contar con un paisaje que nos haga sentir eternos. Así es como te sientes cuando llegas a la cima. Eterno y agradecido a la naturaleza y al tiempo. Así queremos que se puedan sentir los que aún no lo conocen o los que regresen. La altura montañosa de Gran Canaria es también la medida de nuestra belleza.
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