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Blog Oficial de Turismo de Gran Canaria

Sendero El Álamo, Teror

Pasos en el silencio del Barranco del Álamo

El sendero circular del Barranco del Álamo de Teror asoma a la biodiversidad y la vida rural de Gran Canaria.

Los barrancos son las arterias por las que fluye con mayor intensidad el caudal de vida de Gran Canaria. Aquí, guarecida entre paredes de piedra, la naturaleza bebe agua de los manantiales, trepa, florece, repta, hunde sus raíces y se multiplica. También tiende mantos verdes sobre el basalto, ocupa los huecos más inverosímiles y aguarda entre claros y sombras a quien quiera experimentar qué se siente en estos lugares protegidos de las prisas del mundo. Así sucede en el sendero del Barranco del Álamo de Teror.


La Fortaleza, Santa Lucía

La Fortaleza, el silencio de la piedra madre de Gran Canaria

La roca escuchó un rumor de gentes. En sus rostros reinaba una confusión de esperanzas, miedos, arrojo e incertidumbre. Acogió a aquellas personas en su seno de roca y las protegió todo lo que pudo, durante milenios, como haría una madre. Así fue como la antigua población de Gran Canaria encontró cobijo en lugares tan asombrosos como La Fortaleza y logró desarrollar una cultura única en pleno Océano Atlántico.


Salvia en la Cumbre de Gran Canaria

Gran Canaria se viste de púrpura

Las flores de la salvia canaria tapizan amplias áreas de la cumbre, como el Montañón Negro, y otras zonas de la isla.

La camaleónica Gran Canaria cambia de color constantemente. Las flores de la salvia canaria visten ahora de púrpura decenas de barrancos y laderas. Es un traje de gala vistoso y largo, que comienza prácticamente en la costa y se despliega hasta los 1.800 metros de altitud. Su vistosidad queda realzada sobre el fondo negro que aporta la ceniza volcánica de las faldas del Montañón Negro, uno de los volcanes más jóvenes de la isla.


Tilos de Moya

Un día de cuento en familia en el bosque mágico de Gran Canaria, los Tilos de Moya

El accesible sendero circular de dos kilómetros de los Tilos es una opción ideal para disfrutar del misterio y frondosidad del área boscosa de la laurisilva, un bosque superviviente de la era terciaria.

Tú y tu familia pueden protagonizar hoy un cuento de hadas y duendes en Gran Canaria.  Este relato comienza en el cielo y tiene su epílogo bajo la arboleda, donde la vida ha encontrado un lugar propicio, anclado en el tiempo, y que se ha convertido en baluarte de la laurisilva en la isla. Esta clase de bosque ya existía antes de que ningún ser humano pisara la tierra y se ha refugiado en la Reserva Natural de los Tilos de Moya.


Playa de Guguy

Reserva de la Biosfera, todos los rostros de Gran Canaria

La magia de la Reserva de la Biosfera de Gran Canaria está envuelta por un rumor de naturaleza y latido humano. El espacio asoma, por un lado, a las mil caras del paisaje de la Isla. Los otros rostros del territorio no son metafóricos. Pertenecen a las mujeres y hombres que han dado fe de su estrecho vínculo con el medio a través de los vestigios de aprovechamientos rurales, caso de los hornos de cal, los hornos de brea o pez, las hoyas, carboneras y molinos. La vida reposaba literalmente sobre la naturaleza, como se mostraba en el uso de la pinocha, las hojas de pino caídas del suelo, para rellenar colchones y mullir el lugar de descanso del ganado.


Bentayga

La noche de Gran Canaria, el hogar de las estrellas

Gran Canaria renueva el certificado que declara Destino Starlight el territorio de la Reserva de la Biosfera de la Isla.

Gran Canaria sigue mirando al firmamento con ojos soñadores. Y lo hace con una pasión que se expande como el propio universo. La Isla ha renovado hasta 2025 el certificado que declara Destino Starlight el territorio comprendido dentro de la Reserva de la Biosfera. Este sello reconoce el compromiso con el astroturismo y en consecuencia con la protección de sus cielos nocturnos para que sigan siendo lo que son: una extraordinaria ventana a las estrellas a la que se asoman a diario personas de todo el mundo.


Maspalomas

Gran Canaria, la obra natural que fraguaron los volcanes

Hace quince millones de años, el océano extendía su manto azul sobre el mismo lugar que hoy ocupa Gran Canaria. La isla se levantó entonces desde el fondo, empujada por la fuerza de las erupciones, pues fueron los volcanes los hacedores de este territorio insular. Las sucesivas fases de formación y erosión dieron lugar a una asombrosa y compleja realidad geológica, que es a su vez la base de la riqueza paisajística, natural y etnográfica que atrae a visitantes de todo el mundo.


Atardecer en el Roque Nublo

Luces y susurros en las alturas de Gran Canaria

Habito en esta cima desde hace millones de años. Lo sé porque llevo la cuenta de los soles y las lunas. Soy hijo del tiempo y de un viejo volcán que ya no está. El viento, el sol, la lluvia y el paso de los días me han convertido en lo que soy: el príncipe y vigía de un reino de piedra. Pero no estoy solo. Los pinares y rocas que me acompañan en estas alturas dan cobijo a seres que parecen hechos con esa misma luz que empieza a retirar su velo. Por eso aquí los lagartos son de oro, esmeralda y zafiro.