Una nueva mirada a Playa del Inglés y a las Dunas de Maspalomas, en Gran Canaria
El mirador, con numerosas plantas autóctonas a su alrededor, se convierte en un nuevo atractivo para la zona turística de Gran Canaria.
La vista de Playa del Inglés y de Maspalomas es uno de los grandes referentes turísticos y paisajísticos de la isla de Gran Canaria. Cuando venimos del aeropuerto o de la capital de la isla, hay un momento en que uno encuentra uno de esos paisajes que recordará siempre, por su espectacularidad, por su belleza, y por unas dunas que llegan a una costa con una gran extensión de arena rubia que parece interminable. La canción de Néstor Álamo, Maspalomas y tú, ya habla de que “allá, abajo en el Sur, dormida bajo el sol, hay una playa” con arena rubia y un océano que deslumbra si se mira tanto desde la orilla como desde la distancia, y el mirador que se acaba de inaugurar viniendo de la zona del Veril, entre el Centro Comercial Anexo 1I y el paseo Costa Canaria, ofrece esa necesaria visión, serena, tranquila, con la perspectiva necesaria, de una de las costas más hermosas del planeta.

En ese mirador, con una plataforma de 250 metros en la que se incluyen bancos, luminarias, y la amplitud necesaria para poder asomarnos al océano y a Playa del Inglés, Maspalomas o el Veril desde varios puntos de vista, encontramos además unas quinientas plantas alrededor, o bajando por la ladera, entre las que se cuentan numerosas especies autóctonas que acercarán la vegetación xerófila de la isla a quienes la visitan y que lograrán que ese espacio, se convierta en uno de los referentes turísticos del Sur de Gran Canaria, sumándose a lo que la naturaleza ha creado con la paciencia del tiempo, el viento y las mareas a lo largo de toda la orilla.






Entre dragos, acebuches, cardones o tabaibas podremos contemplar, sentados, y con todo el inmenso océano ante nosotros, los amaneceres o los ocasos, siempre inolvidables y sorprendentes de este lugar privilegiado de la isla, con las palmeras marcando todas las perspectivas de las mirada. A partir de ahora, el paseo a lo largo de la costa, sobre todo viniendo desde la Playa de San Agustín a Playa del Inglés, nos permitirá detenernos en esta especie de vela mayor desde la que atisbar todos los matices que se pueden ver si uno logra abstraerse mirando hacia el azul inmenso y hacia esas dunas que se iluminan en la distancia cuando la arena brilla como un pequeño desierto costero junto al Atlántico.

El nuevo mirador invita a detener los pasos y a respirar la vida desde esa altura en la que se pueden improvisar todas las singladuras que buscamos siguiendo la estela interminable del océano y ese color azul que nos invita siempre a la felicidad lejos de los ruidos y las prisas de las grandes ciudades. Tras un día de playa, o antes de bajar a la arena, ya tenemos ese lugar de serenidad y de observación que haga que nuestras vacaciones sean un poco más inolvidables. Desde esa altura podremos disfrutar aún con más intensidad de un paisaje que reaparecerá siempre que busquemos un paraíso entre nuestros recuerdos.
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