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Blog Oficial de Turismo de Gran Canaria

Playa de Melenara

Playa de Melenara, el reino azul

La playa de Melenara, en Gran Canaria, permite que nos sintamos los reyes del mar al menos por un día.

El escultor Luis Arencibia lleva el mar en la mirada, como le ocurría también al poeta Rafael Alberti. El brillo marino de sus ojos tiene una explicación y un origen. De niño, el artista nadaba hasta el puntón de piedra volcánica que sobresalía de la marea en la vertiente sur de la playa de Melenara, en Telde (Gran Canaria). Muchos años más tarde, Arencibia crearía una escultura en bronce de Neptuno de más de cuatro metros de alto que preside en la actualidad la zona y le permite al señor de los mares divisar su reino azul desde la atalaya.


Playa de San Agustín

Playa de San Agustín, más que palabras

La playa de San Agustín, en Gran Canaria, es un lugar lleno de calma, de luz y de magia.

La playa de San Agustín es un niño que levanta castillos de arena junto a la orilla. Sus padres le observan desde el punto donde han extendido las toallas y clavado la sombrilla, que luce como una bandera en el centro exacto de su paraíso particular.  


Playa de Amadores

Playa de Amadores, sol y calma por costumbre

La playa de Amadores, en Gran Canaria, garantiza tranquilidad en un lugar donde cada toalla extendida es una conquista de la buena vida.

Hoy ya nadie lo hace, pero existen crónicas que indican que los antiguos habitantes de la zona subían en ocasiones hasta lo alto de la montaña de Amadores (identificada en algún plano antiguo como de ‘Llamadores’), al final del barranco del Lechugal, para dar aviso a voces a los marineros. En la actualidad sí es posible contemplar todavía el paso tranquilo de los barcos pesqueros que entran y salen de los puertos de la costa de Mogán, municipio donde se cobija la aterciopelada playa de Amadores, la playa donde ahora ya sólo se habla y se susurra.