Ir al principio

Blog Oficial de Turismo de Gran Canaria

Entierro de la Sardina, acto que se celebra en el Carnaval Internacional de Maspalomas. Fotografía de Carnaval Internacional de Maspalomas, Gran Canaria

Llorarás por una sardina

El Carnaval Internacional de Maspalomas, el más soleado de Europa, te hará vivir una feliz locura junto al océano.

No se preocupe. Su vista y su cabeza están bien. Durante estas fechas es perfectamente normal contemplar fenómenos extraños y sumamente divertidos en el Sur de Gran Canaria. Por ejemplo, a un grupo de personas llorando alrededor de una sardina gigante a la que arrastran por la orilla. Es lo que sucede cuando se desarrolla el Carnaval Internacional de Maspalomas, dedicado en la edición de 2017 a los millones de turistas europeos que encuentran aquí su sueño hecho realidad.


Bodega Arehucas en Gran Canaria. Fotografía de Destilerías Arehucas

El templo del ron en Gran Canaria

La visita a Destilerías Arehucas, la bodega de añejamiento de ron más antigua de Europa, ofrece una gran experiencia sensorial.

La estatua de Alfredo Martín Reyes recibe al visitante a la entrada de las Destilerías Arehucas, en Arucas (Gran Canaria). Don Alfredo reabrió en 1935 la vieja Fábrica de San Pedro, inaugurada en 1884, pero esta vez dedicada en exclusiva a la elaboración de ron. Hoy en día, Don Alfredo, desde su pedestal, parece mostrarse orgulloso de su legado, convertido en un referente internacional de la cultura del ron. De hecho, estas instalaciones albergan la bodega de añejamiento de ron más antigua de Europa.


Carlos Menéndez con sus plataformas de Drag Queen en la Playa de Las Canteras, en la isla de Gran Canaria

Memorias de un Drag Queen en Gran Canaria

El primer ganador de la gala Drag del Carnaval de Las Palmas de Gran Canaria saca sus plataformas y sus recuerdos.

Cae la tarde sobre la bahía de Las Canteras, en Las Palmas de Gran Canaria. Cientos de personas se beben los últimos rayos del sol en la playa, igual que hacen algunos cangrejos en un lugar donde llegan pocas miradas, en una esquina de La Puntilla, allí donde el océano humedece las viejas lenguas de lava volcánica y las hace brillar como si fueran la piel que recubre a un negro y durmiente dragón milenario. Cerca descansan también las barcas marineras, a la vista de los comensales llegados de cualquier lugar del mundo para descubrir a qué sabe una papa arrugada o un taco de cherne.