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Blog Oficial de Turismo de Gran Canaria

Plaza del Pilar Nuevo, Vegueta, Las Palmas de Gran Canaria

Calles con arte en Vegueta, casco antiguo de la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria

En el barrio capitalino nos encontramos con calles unidas a la memoria de Saint-Saëns, Alfredo Kraus, Luján Pérez, Pérez Galdós o Néstor Álamo.

Hay paseos que nos llevan a lugares donde se gestó el arte o donde queda el recuerdo de alguien que sembró la belleza. El barrio de Vegueta, en Las Palmas de Gran Canaria, tiene arte, belleza e historia por todas sus calles, por sus museos, por su Catedral y por sus iglesias; pero también cuenta con recoletas calles en donde, si prestamos atención, casi reconocemos la presencia de quienes una vez caminaron por sus adoquines y sus aceras.


Valleseco

El tiempo se detiene en Valleseco

Valleseco, en el corazón verde de Gran Canaria, envuelve al visitante en un manto de naturaleza, tradiciones y sabores.

Valleseco se despereza al alba y se arrulla en la noche con un rumor de aguas. Los lavaderos, los vestigios de viejos molinos, las galerías y las acequias componen un espejo donde se mira y se reconoce un municipio que despliega cada mañana un inmenso muestrario natural donde se puede comprobar que existe una cantidad aparentemente infinita de tonalidades del color verde.


Centro Interpretación de Risco Caído, Artenara

Gran Canaria abre un túnel al pasado

El Centro de Interpretación de Risco Caído y los Espacios Sagrados de Montaña recorre los valores de un espacio declarado Patrimonio de la Humanidad.

Hubo un tiempo en el que los antiguos habitantes de Gran Canaria fueron capaces de establecer un vínculo entre el cielo y la tierra. Ocurrió en las cumbres de la isla. Aquellas personas crearon un mundo único que surgió entre sus manos y en el que implicaron a los mismísimos astros. El ejemplo más espectacular de este diálogo entre los humanos, el sol y la luna surgió hace ocho siglos en una cavidad a 1.200 metros de altura excavada en la piedra volcánica. La luz solar y el halo de plata de las lunas llenas penetraban como por arte de magia a través de la claraboya rectangular diseñada a tal efecto, de tal modo que iluminaban y recorrían las figuras grabadas sobre una de las paredes de la llamada cueva número seis de Risco Caído. Pero no era magia, sino el fruto conjunto de la observación, la técnica y las creencias.


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