“Gran Canaria te regala momentos y paisajes únicos”

Javier Fernández, uno de los mejores patinadores europeos de todos los tiempos, ha descubierto las mil y una caras de Gran Canaria.

La mirada de profunda concentración de Javier Fernández, el mejor patinador español de la historia, emite un destello de acero mientras se pierde en un lugar que sólo él conoce. En su interior, mientras, arde una gran pasión. Los focos y el público siguen sus precisos movimientos sobre la pista, por la que se mueve con la misma elegancia y gracilidad de un cisne sobre las aguas del lago. Javier es a la vez artista y deportista y cuando actúa deja su firma sobre el hielo, escrita con las afiladas hojas de las cuchillas sobre la superficie congelada. Suena una ovación. Nunca es una más. La última siempre es la más importante.

Javier Fernández, patinador español, en las Dunas de Maspalomas

Pero, ¿a qué lugar se escapa la imaginación de Javier Fernández? Lo hace hacia un paraje sinuoso que jamás ha conocido el hielo. Él sabe lo que es sentir la cálida caricia de la arena al caminar sobre las Dunas de Maspalomas, grabando en ellas la huella de unos pies con los que ha logrado ser dos veces campeón del mundo, siete veces campeón de Europa y medallista en los Juegos Olímpicos.

Javier Fernández, patinador español, en Osorio

“Siempre es un placer estar y volver a Gran Canaria”, afirma este madrileño que ha inscrito su nombre en la lista de los patinadores europeos más importantes y admirados de todos los tiempos. “La isla”, agrega, “tiene muchos paisajes distintos y que no se ven en ninguna otra parte”, una particularidad que le otorga a este territorio la capacidad de “regalar momentos únicos”. Así que Gran Canaria y Javier Fernández comparte la voluntad de proporcionar instantes inolvidables. Él lo hace sobre el hielo y la isla en un escenario siempre cálido. “Realmente, tampoco estamos acostumbrados a un clima así”, subraya.

Javier Fernández, patinador español, en Maspalomas

Pero Javier Fernández sabe que Gran Canaria es mucho más que una playa determinada o un punto concreto del termómetro. Ha conocido sus pinares, sus cumbres, sus sabores y el carácter de sus gentes. No sólo ha visto Gran Canaria. La ha descubierto. Ha aprendido que como los grandes espectáculos, la isla se presenta como una equilibrada combinación de elementos. Él también ha seguido esta filosofía en el espectáculo ‘Revolution On Ice’, donde ha juntado a algunos de los mejores patinadores del mundo con cantantes, acróbatas y proyecciones de imágenes sobre el hielo.

Osorio

No es casualidad por lo tanto que ‘Revolution On Ice’ hiciera escala en el Gran Canaria Arena, en Las Palmas de Gran Canaria, capital de este tierra hacia la que se fugan en ocasiones los pensamientos del patinador. Aquí siguió su ritual de fuego y hielo. El corazón caliente. El rostro hierático previo al inicio de la actuación. El público expectante y los primeros aplausos tras el comienzo de un espectáculo que consuma la concepción de la vida de Javier Fernández como una búsqueda permanente de la belleza y la superación de los retos. Cada giro y cada pirueta persiguen este mismo objetivo irrenunciable.

Javier Fernández, patinador español, en Maspalomas

Por eso tampoco debe ser coincidencia que utilice el adjetivo ‘único’ para definir el espectáculo, el mismo término con el que hace referencia a los parajes de Gran Canaria. Concluye la velada. La última ovación llena el estadio. El niño que hay dentro de Javier Fernández, aquel pequeño repleto de talento e ilusión que se inició en el mundo del patinaje siguiendo los pasos de su hermana y con el apoyo de su familia, expande de nuevo su sonrisa de ángel volador. Ha sido otra noche perfecta y la mente viaja de manera casi inconsciente hacia el sur, hacia las dunas. Tan pronto pueda, Javier seguirá los pasos de su afortunada imaginación.