11/10/2017
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Playas
La playa y Puerto de Mogán, en Gran Canaria, integran un espacio feliz y casi anfibio donde parece que han tirado el reloj al mar.
Ha sido así desde que hay memoria. Los pescadores y el sol siguen las mismas pistas para arribar a este punto costero. Una de ellas es una roca a la que los marineros dieron en virtud de su forma el nombre de ‘piedra picúa’, convertida hoy en una escultura a medio camino entre la playa y el Puerto de Mogán. Juntos conforman uno de los enclaves imprescindibles del fascinante litoral de Gran Canaria. Cuando vea la ‘piedra picúa’, deténgase, como parece que hace aquí el tiempo.