21/04/2022
                  
                  
  
    
    
      
        Patrimonio Mundial
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        Portada
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        Naturaleza
        
      
    
  
                  
                
                
                
      
            
          
            
              
    
    
    
    
    
    
    
    
    
    
    
    
    
    La magia de la Reserva de la Biosfera de Gran Canaria está envuelta por un rumor de naturaleza y latido humano. El espacio asoma, por un lado, a las mil caras del paisaje de la Isla. Los otros rostros del territorio no son metafóricos. Pertenecen a las mujeres y hombres que han dado fe de su estrecho vínculo con el medio a través de los vestigios de aprovechamientos rurales, caso de los hornos de cal, los hornos de brea o pez, las hoyas, carboneras y molinos. La vida reposaba literalmente sobre la naturaleza, como se mostraba en el uso de la pinocha, las hojas de pino caídas del suelo, para rellenar colchones y mullir el lugar de descanso del ganado.