Gran Canaria
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Gastronomía

El café para la gente tranquila crece en Agaete

Café para gente tranquila, Café de Agaete

Dicen que el Café acelera a la gente y la vuelve nerviosa. Dicen eso, aunque nosotros sabemos que es imposible que eso ocurra si el café de la taza llega de Agaete.

Dicen también que los buenos aficionados cafeteros pueden acabar caminando sobre las paredes, y atravesarlas. Pero créanos, es imposible que nada de eso ocurra cuando hablamos de este café en particular.

Porque algo de la tranquilidad que se respira en cada esquina del pueblo se debe haber mudado a sus plantas cafeteras. La tranquilidad del Puerto, de su solemne plaza, todo va impregnando y tostando el sabor del café cultivado allí. Las piedras del muelle, la gente que sale a pescar, la gaviota de la esquina, los que decidieron no perder el tiempo corriendo, todos son parte del secreto del Café de Agaete.

Un sabor antiguo. Porque Agaete, el municipio del nororeste de Gran Canaria, es de los pocos lugares de Europa donde se mantiene el cultivo del café. Allí guardan una tradición que nacía en Canarias en el siglo XVIII. Una tradición a resguardo, con más de 40 agricultores enfrascados en el cuidado de sus plantas de café arábico de la variedad typica.

Y será porque así funciona el jazmín, o será por la sombra de los árboles del mango, pero es tan bueno su sabor que ha terminado convertido en producto para Gourmets. Y aunque ahora el café de Agaete sólo lo venden en la tienda del pueblo y en unos pocos sitios más, no descartamos que pronto esta historia se sepa, si alguien llegara por alguna razón, a leer el final de esta página.