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Jardines de la Marquesa

Jardines de la Marquesa. El frondoso vergel de Arucas

El dulce aroma a jazmín te recibe en tu llegada a la entrada del Jardín de la Marquesa. Es la bienvenida a un rincón hecho para pasear al abrigo de una enorme variedad de plantas. Estamos a las afueras de la ciudad de Arucas, en el norte de la isla y a escasos kilómetros de la capital insular.

Arucas

Agua, vida y mucho silencio

Un recorrido que casi nunca se logra hacer en completa soledad. Seguramente te acompañará el particular desfile de pavos reales que allí habita. Ellos son los verdaderos dueños del lugar y los encargados de animar con su abanico de cortejos, colores y movimientos sinuosos a todo aquel que los visita. Este recibimiento es el preludio de un pequeño paseo cubierto con vegetación traída de medio mundo.

Un vergel esperando ser explorado. Más de 500 especies vegetales venidas desde los cinco continentes se van presentando ante los paseantes. Juntas componen una imagen fuera de lugar, que parece irrumpir con fuerza en medio del manto de plataneras, mítico paisaje que caracteriza esta zona hasta unirse con el mar.

Varias fuentes adornan el jardín, siendo el agua uno de los pocos elementos que rompe el silencio que allí reina.

Plataneras
Fuente

Un oasis al pie de un volcán

Localizado en la base de la Montaña de Arucas, sus fértiles tierras han recibido durante siglos todos los sedimentos que bajan por las laderas con las lluvias. Así, cualquier tipo de plantación se desarrolla y se propaga con facilidad en esta zona. Aquí encontrarás, por ejemplo, un drago de más de 200 años de edad, una bella especie endémica de Canarias, o un ficus de enorme porte que es objetivo de todas las miradas.

Una vez llegados a la casona en medio del terreno, su fachada neoclásica le otorga un alto valor al recinto. El germen de estos jardines se sitúa en el año 1880 cuando Don Ramón Madam y Uriondo, primer Marqués de Arucas, comenzó con las plantaciones en torno a un palacete de verano. Una buena muestra de la belleza natural de tantos jardines escondidos por la isla. Un regalo que nos lleva a recuerdos de otro tiempo dos siglos después.

Parque de Arucas

Cómo llegar

En guagua

Desde la Estación Central de San Telmo (Las Palmas de Gran Canaria) toma la línea 206 (Las Palmas-Bañaderos-Arucas), y bajándose una parada antes de llegar a la Terminal de Guaguas de Arucas, quedará delante del Jardín, en la GC 330, a la altura de la fachada principal del Palacete del Marquesado.

Otra posibilidad es la Línea 205 (Las Palmas-Tamaraceite-Arucas) que le alcanza a la Terminal de Guaguas de Arucas. Una vez en Arucas, desde la misma Terminal, tomar la línea 206 (en su camino de vuelta a Las Palmas de Gran Canaria). En ese caso la 1ª parada es la mejor para llegar al Jardín, siempre desde el pueblo de Arucas.

Delante del Jardín pasa la carretera general GC 330 de Arucas a Bañaderos y muy cerca tiene una parada de guaguas, en ambos sentidos.

En coche

Se puede llegar hasta el Jardín de La Marquesa a pie, atravesando parte del casco antiguo de la ciudad, situado en la acequia alta y tomando el Camino Viejo –Camino Real–, que desemboca en la entrada principal del jardín. Si se desplaza en coche desde Las Palmas de Gran Canaria, tan sólo debe coger la carretera del Norte hacia Arucas GC -2, y desviarse en la GC-20.

Arucas: Cuna de ron y cantería

El municipio de Arucas se localiza en el norte de la isla, entre los municipios de Firgas, Moya, Teror y Las Palmas de Gran Canaria. Su capital municipal comprende de una pequeña ciudad que circunda la icónica Montaña de Arucas, y su casco histórico es de un gran valor histórico y artístico, conservando aún en sus calles ese aspecto tradicional tan auténtico.

Su plaza central está presidida por la Iglesia de San Juan Bautista, para muchos conocida popularmente como la Catedral de Arucas –pese a contar con esta denominación oficial de catedral ni de basílica–. Sus espectaculares fachadas neogóticas están elaboradas en piedra labrada por la cantería del lugar, poniendo en relieve la renombrada habilidad de los labrantes de la zona. Es obra del arquitecto español Manuel Vega y March, y comenzó a construirse en 1909, prolongandose las obras durante 70 años.

La ciudad es muy conocida por ser el origen de una de las destilerías más famosas del país: Ron Arehucas. Una industria canaria centenaria dedicada a la elaboración de una extensa gama de licores, destacando principalmente por su ron.

La destilería fue fundada el 9 de agosto de 1884 con el nombre de La Fábrica de San Pedro. Desde sus inicios, su producción tuvo una enorme aceptación, recibiendo innumerables premios por su calidad, concediéndole en 1892 el título de Proveedor Oficial de la Casa Real. Pero no será hasta 1940 cuando comienza a popularizarse.

En 1965 pasa a denominarse oficialmente como Destilería Arehucas, rindiendo homenaje al nombre original del lugar. La bodega puede visitarse acompañada de degustación y compra de productos.