Gran Canaria
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Gastronomía

Valleseco

Un brindis de frescura y sabor con manzana reineta

En Valleseco, municipio verde y montañoso donde los haya pese a la singularidad de su nombre, su frondosa vegetación arbórea tiene mucho de paisaje natural (pinar, laurisilva), pero también de un fruto que lleva un par de siglos dando protagonismo a su producción agrícola. La cosa empezó cuando allá por mediados del siglo XIX el territorio se convierte en municipio (1843), y a uno de sus primeros alcaldes se le ocurre promover la plantación de manzanos de la variedad reineta (1858) como fórmula para rentabilizar tierras baldías.

El éxito del nuevo cultivo llegó a convertir la manzana, bien avanzado el siglo XX, en uno de los productos que más presencia tenía en las ofrendas a la Virgen de la Encarnación que, desde 1974, tienen lugar en forma de romería durante la celebración de las fiestas en honor de la copatrona del municipio. Hasta el punto de que empezó a llamarse también y de modo paralelo «Fiesta de la Manzana», convocándose verbena de la manzana, exposición de manzanas y concurso para premiar a la manzana más grande.

Valleseco
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Pero tanta alegría en torno a la reineta no pudo evitar que, en un momento dado, el manzano y su fruto entraran en declive: las manos que atendían su cultivo eran cada vez menos, el fruto perdió en cantidad y calidad, los árboles pasaron a ser en muchos casos silvestres o incluso perderse.

Y de nuevo el Ayuntamiento se las ingenió para buscar una fórmula que diera nueva vida a sus campos y a su manzana reineta. Y dicha fórmula no fue otra que convertir la manzana en sidra natural. La feliz iniciativa dio a luz en 2010 una pequeña sidrería municipal, la primera del archipiélago canario.

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Hasta entonces, en toda la isla de Gran Canaria había censados unos 16.000 manzanos (aquí los llamamos «manzaneros»), la mitad sólo en Valleseco. El impulso que supuso la sidrería multiplicó por tres el número de estos árboles en el municipio en un par de años. También se crearon más sidrerías impulsadas por vecinos con no poco éxito pues han sido premiadas con oro y plata en diversas ediciones del Salón Internacional de les Sidres de Gala en Gijón (Asturias).

El nuevo producto tiene, como es natural, sus propias jornadas gastronómicas con platos que tienen entre sus ingredientes a la feliz manzana y, cómo no, se riegan con la alegre sidra de Valleseco. Tienen como escenario los restaurantes del municipio, tanto del casco del pueblo como del barrio de Lanzarote.

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