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Blog Oficial de Turismo de Gran Canaria

Agaete

Gran Canaria, el lienzo perfecto

La gama de tonos ocre y anaranjados, o de puro bronce, definen y dibujan algunos de los rasgos esenciales de Gran Canaria.

Gran Canaria a veces se esconde. Entonces hay que ir a buscarla, por ejemplo en el fondo de valles pétreos, casi ignotos y ajenos a los senderos más transitados. Este juego del escondite concluye en alguna ocasión cerca de un puente de piedra del siglo XVIII, en un tramo del barranco de Barafonso donde, de pronto, las piedras rayadas se tornan de color naranja. Este colorido y angosto cañón de cenizas volcánicas y erosionado por el agua durante miles de años también forma parte del misterio de la isla infinita.


Salinas de Tenefé

Las salinas en Gran Canaria, el tesoro blanco que vino del mar

La belleza de las salinas de Gran Canaria es producto del océano, el sol y el tesón humano.

Las costas de Gran Canaria esconden un tesoro de oro blanco en la difusa frontera entre el mar y la tierra firme, aunque su presencia no se debe en este caso a la escala de ningún pirata. Su origen se debe al diálogo permanente entre dos elementos que forman parte de la esencia de la Isla: el océano y el sol. La mano del hombre ha hecho el resto para alumbrar la sal marina que resplandece amontonada en varias salinas del litoral insular, algunas de ellas con varios siglos de historia.


Playa de La Garita

Playa de La Garita, lunar y terrestre

Lo urbano y lo salvaje conviven con naturalidad en la playa de La Garita, en Gran Canaria, y su entorno.

El sorprendente litoral de Gran Canaria se exhibe con distintos ropajes. A veces se viste de gala, con traje negro, como ocurre en la coqueta playa de La Garita, en la costa de Telde, cerca de Las Palmas de Gran Canaria y también del sur de la isla. Aquí se percibe con claridad el ardoroso espíritu volcánico que dio origen a este territorio atlántico. La Garita es otro de los regalos que dejó para el futuro aquel gran espectáculo geológico.


Patio de los Naranjos

El Museo de Arte Sacro en Gran Canaria

El Museo de Arte Sacro, en Gran Canaria, exhibe enormes tesoros artísticos en el corazón del barrio histórico de Vegueta.

Existe un lugar en Las Palmas de Gran Canaria donde se mezclan el aroma dulce de la higuera y el de los cítricos. Cobijado entre los muros de de la Catedral de Santa Ana y de la calle Espíritu Santo, orientado al sur, se encuentra el aromático Patio de los Naranjos, datado en el siglo XVII y rematado con una espléndida balconada canaria. Las salas que lo bordean, antiguas dependencias catedralicias, albergan el Museo Diocesano de Arte Sacro, un reflejo celestial en el corazón del barrio histórico de Vegueta.